¿La lavadora en el baño, en la cocina o crear un cuarto de lavado?

Tradicionalmente siempre se ha encontrado en la cocina pero, ¿has pensado instalar la lavadora en el baño? O incluso en permitirte el gran lujo de tener este electrodoméstico -junto a la secadora- en un cuarto específico para la colada. Son pequeñas decisiones que aumentan exponencialmente el confort dentro de tu casa. Pero la decisión de instalar una opción u otra depende de muchas variables. Y tratamos de abordarlas todas a continuación.

Instalar una lavadora en el baño puede ser una solución tan óptima como hacerlo donde se ha hecho siempre: en la cocina. Todo depende de tus gustos personales y el espacio del que dispones en cada estancia. Sí que podemos confirmarte que fuera de España es muy habitual que la zona de colada se instale en el cuarto de baño. Además de las cuestiones relacionadas con los centímetros, optar por esta ubicación supone también regatear los problemas derivados de los olores o la acumulación de grasa que se genera al cocinar.

Pero la verdadera razón de instalar la lavadora en el cuarto de baño es la pura comodidad: toma de agua siempre vas a tener disponible, así que el primer requisito ya lo tienes resuelto. Además, hay que ponderar el grado de confort que supone entrar en la ducha y poder depositar la ropa sucia allí mismo sin tener que desplazarte a otros puntos de la casa. Cesto de la ropa por lavar y lavadora a su lado simplifica mucho la tarea.

En cuanto al diseño, posiblemente sea uno de los aspectos que pasa más desapercibido, ya que los baños de alta gama suelen recurrir a lavadora y secadoras instaladas en pareja o columna, pero casi siempre de forma integrada con el resto de la decoración. Al quedar tras la puerta de los muebles, el sitio de colocación cobra menos protagonismo.

Disponer de un cuarto para la lavadora y la secadora es todo un lujo. De hecho, las promociones de viviendas más recientes en España ya empiezan a incorporarlo con frecuencia y venderlo como un elemento de alta gama. Conocidos tradicionalmente como cuartos de lavado, rivalizan en cierto modo con la opción de colocar ambos electrodomésticos en el baño.

A pesar de ser teóricos rivales, el principal beneficio de tener un cuarto propio es el mismo que en el caso anterior: la comodidad. Dentro de un cuarto de lavado tienes espacio de sobra para disponer de diferentes cestos de ropa sucia y hacer las necesarias clasificaciones antes de comenzar con la colada. Está todo centralizado en un mismo punto, así que también ahorras desplazamientos innecesarios entre zonas de trabajo dentro de casa.

Por otro lado, tener un cuarto para tu lavadora y secadora hace que la cocina gane en metros disponibles y en espacio para construir un diseño verdaderamente a tu gusto. Recuerda que, hoy en día, con una cocina ideada al milímetro puedes invertir el hueco libre con otros electrodomésticos que cambien tu vida: un frigorífico más grande de lo habitual, una vinoteca, una cafetera integrada a conjunto con el horno y el microondas. Las opciones son ilimitadas. Y de paso, te ahorras que los olores de la cocina se peguen en la ropa.

Los expertos en diseño de interiores coinciden en señalar que apostar por un cuarto de lavado también ayuda a percibir la plancha de otra manera. Entendida por una gran mayoría como una tarea tediosa, dentro del propio cuarto dispones del espacio necesario para mantener la tabla de planchar siempre montada y no tener que estar despejando otros rincones de la casa. Y si además de la lavadora también tienes secadora, pues nada más finalizar la colada puedes ponerte manos a la obra sin dilatar esta tarea doméstica. Acabarás ganando tiempo para ti mismo.

Como decíamos al principio, también se siguen viendo cocinas con la lavadora y la secadora integradas en el diseño. Y es que todo depende de la distribución de cada casa. Ni siempre hay construido un cuarto de lavado, ni siempre los baños pueden albergar electrodomésticos por una cuestión de pura física. Sin olvidar que, en muchas ocasiones, cuando no se cuenta con secadora (algo que nosotros te recomendamos sin dudar) es necesario recurrir a un tendedor, cuya ubicación suele encontrarse tras una ventana de la cocina.

Pero entonces, ¿la lavadora en el baño sí o no? Pues todo depende de tu propia casa. Si tienes hueco y te gusta el confort de centralizar todo en un mismo punto, adelante. Si quieres elevar un poco más el nivel y contar con opciones más lujosas, la recomendación será un cuarto de lavado con electrodomésticos capaces de ser el centro de atención. ¿Y sobre la cocina qué conclusión sacamos? Pues que puede ser el lugar perfecto si así tú lo decides. Para que veas que todo es posible, lee este artículo en el que abordamos la distribución perfecta.