Suelos hidráulicos en la cocina, las baldosas resurgen con fuerza

Los suelos hidráulicos que tanta admiración despertaron a principios del siglo XX se han modernizado y son de nuevo tendencia en el diseño de interiores. Por esta razón, es uno de los revestimientos más solicitados para las cocinas, dotándolas de mucho encanto, personalidad y una cierta exclusividad.

Las baldosas hidráulicas se elaboran, como manda la tradición, de manera totalmente artesanal, pieza por pieza. Eso sí, hoy en día se producen con los patrones y colores más en auge en el diseño de cocinas. Los motivos florales, vegetales o geométricos de la baldosa hidráulica actual pueden encajar incluso en la cocina más moderna.

Otra novedad es que, si bien la mayoría de baldosas hidráulicas se comercializan en el formato clásico de 20x20 cm, también están disponibles con otras medidas y formas, siendo especialmente popular la baldosa hidráulica hexagonal.

Hasta hace no mucho tiempo, cualquiera de estas baldosas hidráulicas se instalaban principalmente en cocinas de diseño retro o vintage. Sin embargo, hoy en día diseñadores e interioristas recurren a ellas en cocinas de estilo industrial, en cocinas nórdicas y en cocinas blancas, donde sin duda aportan un importante toque de color y vitalidad.

Otra forma de instalar un mosaico hidráulico es combinándolo con materiales como la madera o la cerámica, creando vistosas alfombras o cenefas. Se trata de un recurso perfecto para delimitar áreas, por lo que también es una opción ideal para separar ambientes en cocinas abiertas al salón.

Junto con la versatilidad, la durabilidad es otra de las fortalezas de la baldosa hidráulica, que es capaz de resistir el paso del tiempo en diferentes entornos. Pero, cuidado, porque este revestimiento requiere un mantenimiento específico para conservarse como el primer día.

Al tratarse de piezas porosas, es aconsejable aplicar un tratamiento impermeabilizante que las proteja del agua y las grasas. Además, otras sustancias como la cera líquida te ayudarán a conservar su brillo. De hecho, se recomienda añadir un tapón de cera al agua de fregado una vez al mes para mantener el color.

Con respecto a la limpieza diaria del suelo en cocinas con baldosas hidráulicas, esta debe realizarse únicamente con agua y jabón neutro, evitando productos químicos que lo estropearían sin remedio.

Y si deseas un suelo hidráulico en tu cocina pero te imponen la porosidad o el coste de la baldosa hidráulica original, puedes recurrir a un suelo porcelánico estilo hidráulico. Este revestimiento reproduce los diseños y colores de la baldosa hidráulica, tratándose además de un suelo impermeable, fácil de limpiar, que no requiere ningún mantenimiento específico y más económico. Lo mejor es pedir asesoramiento a un profesional del diseño o del interiorismo para que te ayude a tomar la decisión más acertada.

¿Qué te han parecido estas propuestas de cocinas con azulejos hidráulicos? Solos o combinados con madera, cerámica o microcemento, su belleza y carácter es difícil de superar.